Consumidores solo confían en los surtidos de los supermercados para abastecer de comida. “Bachaqueros” aprovechan cierre de paso a Colombia para aumentar el negocio dentro de las barriadas. Los compradores se quejan de que el cierre fronterizo no significa mejoras para los compradores.
Yasmín Ojeda / Foto: Alejandro Paredes Pérez / La Verdad
La reventa de alimentos toma cuerpo. El “torniquete” en frontera apunta a evitar la salida ilegal de bienes por el “bachaqueo”, mientras que en los supermercados persiste la presencia de compradores y las familias sienten el aumento de los precios de los productos básicos, pese a los controles y regulaciones.
El kilo de arroz, que rondaba a 400 bolívares, por encima de la regulación fijada a Bs. 25; se vende en puestos informales a 500 bolívares. La harina de maíz, que en agosto se ofrecía a 150 bolívares en paquete decretado a Bs. 19, se incrementó en precio a 360 bolívares. Con el azúcar el salto se duplicó: se comercializaba a 150, el kilogramo bajo control de precio a Bs. 26,57; subió a 220 bolívares.
Desde una cadena de supermercados de Delicias Norte, Juana Pimentel, enfermera, cuestiona que hay una restricción en la frontera cuando el "'bachaquero' está es aquí en el país. Revenden los productos a más de 100 por ciento”. Recuerda que los revendedores venden hasta en tres mil bolívares los pañales desechables, y por la leche en polvo 700 bolívares.
Para su compañera de servicios de enfermería, Honeida Chourio, es “pronto” sentir los resultados del cierre de la frontera, ordenado el pasado lunes, y bloqueos de usuarios en los mercados. “Eso es a largo plazo porque es demasiado. Hay mucha gente”.
Ya son 13 días de la suspensión de compras de 16 mil 810 personas en tiendas de expendio de alimentos y una semana de la vigilancia y estado de excepción en la Guajira, para frenar el contrabando de alimentos que aceleraban precios y la escasez de comida. El Gobierno nacional asegura que esas son las causas, dentro de la “guerra económica”, que inciden en el abastecimiento e inflación.
Las amas de casas buscan abastecer en los supermercados, desafiando las colas. Gregoria Lossada asegura que en los privados “se encuentran los productos a los precios regulados”. Muestra el “precio justo” de la harina de trigo a Bs. 103. “En las bodegas y con los ‘bachaqueros’ se venden a 300 bolívares”. Desde un mercado de San Francisco resalta el ahorro en mayonesa, arroz, harina de maíz y pasta.
Supervisión
Ayer, Billy Gasca, secretario de Gobierno de la Gobernación del Zulia, inspeccionó los puntos de control donde están apostados los militares: río Limón, Puente General Rafael Urdaneta y El Venado.
A través de la red social Twitter publicó que verificó “el funcionamiento de la sala situacional, reporte de vehículos de carga con alimentos, guías y permisos”. Destacó que se hacen esfuerzos para “contrarrestar la guerra económica y el contrabando de extracción en el marco del cierre de la frontera”.
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