El dinero y la educación otorgan una gran cantidad de ventajas en la vida, y durante mucho tiempo los estudios han demostrado que las personas que cuentan con ellos, tienen una vida más sana, más larga y tienden a tener empleos más estables y menos monótonos. Pero también indican que sienten mucho más estrés en el trabajo que las personas con salarios y niveles educativos más bajos, según descubrió una reciente investigación.
Bloomberg / Banca y negocios
Para medir los niveles de estrés durante la jornada de trabajo, los investigadores de la Universidad Estatal de Pensilvania dieron a 122 trabajadores que viven en una ciudad al noreste de Estados Unidos Palm Pilots para llevar con ellos al trabajo. Varias veces al día, estas computadoras de mano les pedían que calificaran cuán estresados y felices se sentían. La idea era medir el estrés en tiempo real, en lugar de solicitarlo al final del día, cuando otros factores, como los desplazamientos al trabajo o las obligaciones familiares pueden influir en sus niveles de estrés.
Las personas con mayores ingresos y niveles de educación informaron que estaban alrededor del 28 por ciento más estresadas y un 8,3 por ciento menos felices en general que los trabajadores con menores ingresos y niveles de educación, según Mateo Zawadzki, ahora profesor de la Universidad de California-Merced, que escribió el estudio con los profesores de la Universidad Estatal de Pensilvania Sarah Damaske y Joshua Smyth.
Además de informar que estaban más estresados y menos felices por momentos, los trabajadores con mayor estatus, –es decir, los que se encuentran en el 20 por ciento superior de un indicador combinado de ingresos y educación, que suelen ganar al menos US$100.000 al año– informaron también que tenían más problemas para cumplir con las exigencias de sus trabajos.
“Estos individuos que reportan un mayor estrés son probablemente personas que simplemente tienen más autoridad o responsabilidades en la toma de decisiones que otros”, dijo el profesor de sociología de la Universidad de Toronto Scott Schieman, que no participó en el estudio, pero lo calificó de “interesante e importante”.
Desde luego, los resultados del estudio no significan que los trabajadores con menor categoría lo tengan más fácil. Obviamente, los trabajos de menor posición pueden crear todo tipo de problemas a los trabajadores, como hacer que sea más difícil pagar las facturas. “A pesar de que esto está provocado por el trabajo, tal vez es un factor estresante que puede olvidarse en el momento en que se llega a trabajar”, dijo Damaske. Ella y sus co-autores encontraron en un estudio de 2014 que las personas con ingresos más bajos tienden a reportar más estrés en casa que en el trabajo, lo contrario que la gente con mayores ingresos.
Y mientras que las personas con niveles más altos de educación tienden a informar más a menudo de fuentes menores de estrés, las personas con menor nivel educativo reportan menos episodios que causan enormes cantidades de estrés, según demostró una investigación anterior; pensar en el estrés de llegar tarde a una reunión frente al de ser desahuciado.
El estrés y la felicidad son también sentimientos bastante subjetivos, y las personas expresan sus estados de ánimo y su forma de lidiar con el estrés de diferentes maneras. ¿Podría ser que las personas de mayor estatus son simplemente más propensas a quejarse cuando las cosas no salen como quieren?
Se necesitan más investigaciones, dijo Damaske, pero el estudio de su equipo contiene una pista: Además de responder a preguntas sobre el estrés, los sujetos del estudio también presentaron muestras de saliva para que su equipo pudiera medir sus niveles de la hormona relacionada con el estrés, el cortisol, y los niveles de cortisol de los trabajadores con mayor estatus no indicaron significativamente más estrés.
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