El economista César Aristimuño, director general de Aristimuño Herrera & Asociados, presentó proyecciones para 2020 que suponen una contracción de la economía de 20,2% con una inflación de 18.865% para el próximo ejercicio.
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Aristimuño prevé, además, que el tipo de cambio oficial podría devaluarse hasta 1.225.862 bolívares por dólar, en un escenario donde se mantiene la estrategia cambiaria vigente, aún cuando el economista señala que es posible que la administración chavista avance hacia un esquema de política más pragmático. Igualmente, Aristimuño establece una contracción continuada de las importaciones, por lo que estima que en 2020 las compras externas cerrarán en 7.000 millones de dólares, 1.000 millones menos que el valor final del presente año, proyectado en 8.000 millones.
Aristimuño prevé, además, que el tipo de cambio oficial podría devaluarse hasta 1.225.862 bolívares por dólar, en un escenario donde se mantiene la estrategia cambiaria vigente, aún cuando el economista señala que es posible que la administración chavista avance hacia un esquema de política más pragmático. Igualmente, Aristimuño establece una contracción continuada de las importaciones, por lo que estima que en 2020 las compras externas cerrarán en 7.000 millones de dólares, 1.000 millones menos que el valor final del presente año, proyectado en 8.000 millones.
Mutación económica
El economista Aristimuño señala que la economía venezolana está registrando un proceso de mutación, cuya expresión más visible es una dolarización «forzosa y desordenada» que, además, «es irreversible», porque el gobierno no tendrá la solidez financiera para fortalecer la confianza en el bolívar, incluso si ocurriera un cambio político. A juicio del especialista, el país está avanzando hacia una economía multimoneda, en la cual el dólar tendrá un papel fundamental, porque el propio gobierno está generando el combustible necesario para que la divisa estadounidense obtenga una mayor presencia. Aristimuño apunta, por ejemplo, que el mecanismo de intervención cambiaria en el sistema bancario, que adelanta el BCV, terminará el año con un aporte de 600 millones de euros, mientras la entrada de remesas pueden representar un monto estimado de 2.634 millones de dólares, un monto relevante, si se considera la extrema reducción del tamaño de la economía venezolana. «La economía venezolana ha perdido 60% de su musculatura y eso se refleja en una mutación económica, en la cual el PIB per cápita es mucho más pequeño que Perú, Ecuador, Colombia, por solo citar algunos ejemplos», subraya Arisitmuño. César Aristimuño es enfático al señalar que la dolarización le ha sido útil al gobierno para balancear la crisis. Sin dolarización la profundidad de la crisis sería mayor; sin embargo, no es cierto que Venezuela esté mejorando, sino que sigue sumida en una profunda crisis, que exige un cambio total de políticas, un giro de 180 grados en materia de estrategias económicas y monetarias»Twittear |