El tipo de cambio real se ubicó al cierre de enero en 7,8 bolívares por dólar. La sobrevaluación de la moneda hace más atractivas las importaciones y afecta a los productores nacionales
VÍCTOR SALMERÓN
eluniversal.com
El alza estelar de los precios del petróleo permite que el Gobierno, nuevamente, recurra a la estrategia de mantener anclado el precio del dólar a pesar de la elevada inflación, una receta que agrava los desequilibrios y presagia una mayor devaluación en el futuro.
La combinación de tipo de cambio estático con una inflación que supera por mucho a la de Estados Unidos y el resto de América Latina, crea la sobrevaluación de la moneda, un desequilibrio donde los productos importados son más baratos que los elaborados en el país y por tanto las compras en el exterior se disparan.
Con el tiempo el desequilibrio se torna insostenible, la alta demanda de divisas es imposible de satisfacer, las empresas disminuyen la producción ante la competencia de las importaciones baratas y el Gobierno no tiene más alternativa que devaluar la moneda.
Si bien el gabinete económico esta consciente de la enfermedad, priva la política en un año electoral y todo indica que el ajuste cambiario ha sido pospuesto para después de las elecciones de octubre.
La moneda alcanzará elevados grados de sobrevaluación. De acuerdo con un estudio elaborado por Ecoanalítica el tipo de cambio real al cierre de enero, es decir, el precio al que debería estar el dólar para acabar con el desajuste es de 7,8 bolívares por dólar.
¿Dónde se ubicará a finales de 2012? Ecoanalítica proyecta que en diciembre de este año, gracias a la inflación de los meses por venir, el tipo de cambio real tomando en cuenta los cinco principales socios comerciales del país ascenderá hasta 9,4 bolívares por dólar, es decir, más del doble que el cambio actual de 4,30.
Industria pasmada
La economía venezolana ha padecido la sobrevaluación de forma continuada desde 2004 y los efectos son palpables en la radiografía del crecimiento.
Los sectores que están expuestos a la competencia de las importaciones baratas como la manufactura crecen mucho menos que aquellas que no compiten con el exterior como comercio, telecomunicaciones, transporte, almacenamiento y servicios financieros.
El año pasado, que marca el fin de la recesión, es ilustrativo. El PIB de las Instituciones financieras crece 12%, telecomunicaciones 7,3%, comercio 6,5% y manufactura 3,8%.
"Si realizamos una comparación de las estadísticas del PIB manufacturero, observaremos que la producción registrada al cierre del año pasado es menor en 7,3 puntos porcentuales a la de hace seis años. De igual forma, si se analiza el ritmo de expansión que ha tenido la manufactura en los últimos cinco años, el mismo alcanza apenas un 1,4%, cifra muy por debajo del crecimiento de áreas como el comercio o las telecomunicaciones", señala Ecoanalítica.
El estancamiento de la industria manufacturera, área clave para la diversificación de las exportaciones y la creación de empleo, no solo obedece a la sobrevaluación de la moneda, factores como el déficit de inversión también impactan.
En un ambiente de negocios signado por controles y expropiaciones entre 2007 y 2010 la inversión privada sufrió un fuerte descenso de 43%, de acuerdo con las estadísticas del Banco Central.
A importar
El Ejecutivo ha anunciado que se dispone a importar masivamente como una manera de corregir problemas de oferta y contener el alza de los precios, en medio de una campaña electoral donde recurre a la inyección de gasto público para estimular el consumo y crear una sensación de bonanza.
El aumento podría marcar un récord. Las estadísticas oficiales indican que al cierre de 2011 las importaciones del país ascienden a 45 mil 615 millones de dólares, magnitud que se traduce en un salto de 18% respecto al año anterior y el nivel más elevado desde 2008.
vsalmeron@eluniversal.com
VÍCTOR SALMERÓN
eluniversal.com
El alza estelar de los precios del petróleo permite que el Gobierno, nuevamente, recurra a la estrategia de mantener anclado el precio del dólar a pesar de la elevada inflación, una receta que agrava los desequilibrios y presagia una mayor devaluación en el futuro.
La combinación de tipo de cambio estático con una inflación que supera por mucho a la de Estados Unidos y el resto de América Latina, crea la sobrevaluación de la moneda, un desequilibrio donde los productos importados son más baratos que los elaborados en el país y por tanto las compras en el exterior se disparan.
Con el tiempo el desequilibrio se torna insostenible, la alta demanda de divisas es imposible de satisfacer, las empresas disminuyen la producción ante la competencia de las importaciones baratas y el Gobierno no tiene más alternativa que devaluar la moneda.
Si bien el gabinete económico esta consciente de la enfermedad, priva la política en un año electoral y todo indica que el ajuste cambiario ha sido pospuesto para después de las elecciones de octubre.
La moneda alcanzará elevados grados de sobrevaluación. De acuerdo con un estudio elaborado por Ecoanalítica el tipo de cambio real al cierre de enero, es decir, el precio al que debería estar el dólar para acabar con el desajuste es de 7,8 bolívares por dólar.
¿Dónde se ubicará a finales de 2012? Ecoanalítica proyecta que en diciembre de este año, gracias a la inflación de los meses por venir, el tipo de cambio real tomando en cuenta los cinco principales socios comerciales del país ascenderá hasta 9,4 bolívares por dólar, es decir, más del doble que el cambio actual de 4,30.
Industria pasmada
La economía venezolana ha padecido la sobrevaluación de forma continuada desde 2004 y los efectos son palpables en la radiografía del crecimiento.
Los sectores que están expuestos a la competencia de las importaciones baratas como la manufactura crecen mucho menos que aquellas que no compiten con el exterior como comercio, telecomunicaciones, transporte, almacenamiento y servicios financieros.
El año pasado, que marca el fin de la recesión, es ilustrativo. El PIB de las Instituciones financieras crece 12%, telecomunicaciones 7,3%, comercio 6,5% y manufactura 3,8%.
"Si realizamos una comparación de las estadísticas del PIB manufacturero, observaremos que la producción registrada al cierre del año pasado es menor en 7,3 puntos porcentuales a la de hace seis años. De igual forma, si se analiza el ritmo de expansión que ha tenido la manufactura en los últimos cinco años, el mismo alcanza apenas un 1,4%, cifra muy por debajo del crecimiento de áreas como el comercio o las telecomunicaciones", señala Ecoanalítica.
El estancamiento de la industria manufacturera, área clave para la diversificación de las exportaciones y la creación de empleo, no solo obedece a la sobrevaluación de la moneda, factores como el déficit de inversión también impactan.
En un ambiente de negocios signado por controles y expropiaciones entre 2007 y 2010 la inversión privada sufrió un fuerte descenso de 43%, de acuerdo con las estadísticas del Banco Central.
A importar
El Ejecutivo ha anunciado que se dispone a importar masivamente como una manera de corregir problemas de oferta y contener el alza de los precios, en medio de una campaña electoral donde recurre a la inyección de gasto público para estimular el consumo y crear una sensación de bonanza.
El aumento podría marcar un récord. Las estadísticas oficiales indican que al cierre de 2011 las importaciones del país ascienden a 45 mil 615 millones de dólares, magnitud que se traduce en un salto de 18% respecto al año anterior y el nivel más elevado desde 2008.
vsalmeron@eluniversal.com