Esquema de flotación del dólar genera pugnas en el Gobierno

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León afirmó que se analiza mecanismo adicional que evite la especulación

SUHELIS TEJERO PUNTES | VÍCTOR SALMERÓN EL UNIVERSAL

La idea de aplicar un esquema de flotación del dólar no es bien recibida por todos en el Ejecutivo. Fuentes financieras revelaron que la definición del nuevo mecanismo de adquisición de divisas se enfrenta a sectores dentro del Alto Gobierno que no están dados a abrir el mercado cambiario.

Por una parte están el ministro de Finanzas, Nelson Merentes, y el presidente del Banco Central de Venezuela, Eudomar Tovar, quienes son partidarios de la medida, pero por el otro lado hacen presión el ministro de Planificación, Jorge Giordani, y el ministro de Petróleo y presidente de Petróleos de Venezuela, Rafael Ramírez, quienes se oponen a un sistema que apunte a la flexibilización de un mercado cambiario que lleva 10 años sometido a controles.

Las consecuencias negativas generadas por el mantenimiento de las restricciones en el acceso a las divisas son las razones que llevan a Merentes y Tovar por proponer la flotación del dólar, pero Giordani y Ramírez están conscientes de que una medida de ese tipo significaría asumir una nueva devaluación del bolívar.

La semana pasada el Presidente Nicolás Maduro anunció que el Ejecutivo analizaba una tercera vía para asignar divisas. Días más tarde el ministro de Finanzas señaló durante una entrevista a un canal de televisión que se planteaba permitir la flotación del dólar, aunque controlada.

"El dólar va a flotar dependiendo de la conducta que se tenga. El BCV y otras empresas pueden entrar a ese mercado a vender. Las fuentes de financiamiento van a ser múltiples", explicó Merentes el lunes pasado.

Cambios legales

Pero poner en marcha el sistema no solo requerirá de la voluntad de las partes que ahora están en pugna, también son necesarios cambios legales. Al respecto, el director del Banco Central de Venezuela, Armando León, dijo que la Asamblea Nacional trabaja en la modificación de las leyes de Mercado de Capitales y de Ilícitos Cambiarios, para permitir "un nuevo sistema que será beneficioso para la producción".

León expresó que el objetivo es que la mayor cantidad de actores puedan participar en este mercado alternativo, con el fin de que se logre aprovecharse la oferta potencial de divisas.

Otros de los cambios previstos por el emisor son la apertura a las transacciones en divisas, bajo supervisión, y la entrada de actores al mercado financiero. El directivo del emisor dijo que la idea es que participen las casas de bolsa, la Bolsa de Valores Pública, las casas de corretaje y los bancos públicos como privados.

"La intención es que quienes realicen las ofertas tengan la seguridad de que están haciendo ofertas a un precio justo, de acuerdo con las condiciones de la economía, y los que estén comprando esas divisas pueden hacerlo sin que sufran ningún tipo de especulación", dijo León a Unión Radio.

Ciertas libertades

El economista José Guerra resaltó que un esquema cambiario que permita variaciones controladas del precio del dólar debe tener dos condiciones: que las intervenciones del emisor sean para estabilizar cuando sea necesario, y que las personas tengan libre acceso a ese mercado.

"Si el BCV interviene excesivamente en el mercado, vamos a tener un Cadivi II. Y si no hay libertad para que la gente compre y venda, el mercado negro va a quedar exactamente igual", enfatizó Guerra.

Aunque considera que el sistema nuevo representaría un paso hacia la flexibilización, considera que no es recomendable mantener a la vez Cadivi, Sicad y la analizada flotación. "Lo aconsejable es simplificación cambiaria", dijo.

Pero al economista le preocupa que la flotación del dólar no sea acompañada de medidas fiscales y monetarias que permitan estabilizar la economía. Guerra destacó que, por ello, debería moderarse el gasto público, así como detener en seco el financiamiento monetario que el BCV dirige al Fisco al imprimir billetes.

"Si la política monetaria sigue siendo la misma, ese sistema va a tener los días contados porque va a haber una avalancha de bolívares comprando unos pocos dólares", manifestó el economista.

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