El ministro de Educación Universitaria informó que no está autorizado ningún incremento en las instituciones privadas del país. El próximo lunes analizarán la estructura de costos de las casas de estudio. Se espera ajustar los aumentos a la Ley de Precios Justos
Por Yanreyli Piña Viloria / La Verdad
Desde hace seis años el Gobierno controla los incrementos en la matrícula de los colegios privados del país, y aunque en las universidades no había ocurrido, esta semana se dio el primer paso. El lunes se celebró una reunión entre Ricardo Menéndez, ministro de Educación Universitaria, con la Superintendencia Nacional de Costos y Precios Justos y los representantes de las 24 instituciones privadas del país. Tras este encuentro, Menéndez informó que no está autorizado el incremento de matrícula en ninguna de las casas de estudio.
Jesús Esparza, rector de la Universidad Rafael Urdaneta (URU), participó en el encuentro y explicó que el objetivo del Gobierno es que las instituciones se ajusten a la Ley Orgánica de Precios Justos para determinar las matrículas universitarias.
"Mientras se llega a un acuerdo no se podrán fijar nuevos precios de un modo diferente al que se venía aplicando desde 2003. Sin embargo, esta metodología tiene vacíos y no hay base legal. En el caso de la URU, se aumentaba entre un 15 y un 20 por ciento cada dos semestres, pero no en todas las universidades se hace así. Iniciaremos un proceso de discusión de esa providencia, ya que consideramos que es apropiada para la producción de bienes y servicios, como calzado por ejemplo; pero no para la educación".
Estudios
El próximo lunes iniciará un taller de instrucción sobre el análisis de la estructura de costos del sector privado universitario. Dante Rivas, ministro de Comercio y superintendente de Precios Justos, señaló que se conocerá en detalle el mecanismo existente para construir el esquema de costos y gastos razonables de estas instituciones. Se prevé que a este encuentro asistan los 67 institutos y colegios universitarios de gestión privada del país.
Esparza espera que en la mesa de trabajo se incluyan las particularidades del sistema educativo para definir la estructura de costos. "Hay diferencias en cuanto a carreras, número de alumnos por salón, sueldos por profesor de acuerdo a su formación y otros aspectos que no están relacionados directamente con el producto final, pero que forman parte del servicio, como los programas de becas autofinanciados o el tamaño de las bibliotecas y laboratorios. No en todas las universidades funcionan de la misma manera".
El rector no hará juicios a priori. Apelará al optimismo, a diferencia de algunos colegas. Francisco Virtuoso, rector de la Católica Andrés Bello, advirtió que de congelarse la matrícula se vería afectado el funcionamiento ordinario de la universidad. "Si la matrícula no puede subir, simplemente quebrarán las universidades frente a una inflación de 60 %. Han aumentado requerimientos de salario, de los empleados y los costos de mantenimiento". Se prevé trabajar "arduamente" este mes para tener resultados la primera semana de julio.
"El 80 % del costo se va en el personal. Operamos con déficit desde hace varios años, no hemos logrado ajustar los ingresos a los egresos". Benjamín Sharifker. Rector de la Universidad Metropolitana
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