- “Jamás hubo devaluación tan fácil de predecir como la que viene precisamente por ser la mayor de nuestra historia monetaria” dijo Ángel García Banchs, Director de Econométrica, OHD y MSc en Economía a través de su tweets.
Salvatore Lo Mónaco / Banca y Negocios
- “Jamás hubo devaluación tan fácil de predecir como la que viene precisamente por ser la mayor de nuestra historia monetaria” dijo Ángel García Banchs, Director de Econométrica, OHD y MSc en Economía a través de su tweets.
De hecho, hoy la subasta del Sicad 1 subió a 12 bolívares por dólar y según fuentes financieras también aumentará el precio en el Sicad 2. García Banchs dijo hace unos meses que esos mecanismos de subasta no responden precisamente a las exigencias del mercado.
“La inflación va siempre primero y la devaluación después, la devaluación del bolívar causa inflación (del componente importado), pero cuando los gobiernos devalúan lo hacen debido a los males causados por la acumulación previa de inflación al componente interno, además de la escasez de divisas, la pérdida de competitividad y las necesidades financieras del fisco causadas por la inflación acumulada (específicamente al exhibir un incremento de precios superior a la registrada por nuestros socios comerciales”.
Dijo, en varios artículos al respecto, que “para equilibrar la estabilidad cambiaria el gobierno debe estabilizar primero la inflación, lo cual jamás podrá lograr si no da al traste con las políticas de decreto de aumentos salariales superiores a la productividad y las políticas de inyección de recursos”.
También aseguró que la especulación no afecta la variación de los precios en el tiempo, sino las diferencias de precios entre establecimientos y bienes. Esto es, la especulación es un fenómeno específico que afecta algún bien o establecimiento en particular, mientras que la inflación es un proceso generalizado que afecta a todos y cada uno de los bienes y establecimientos del país.
Cree que de la especulación el consumidor puede protegerse, simplemente, substituyendo bienes y establecimientos de precios altos por aquellos de precios bajos. Pero, de la inflación, por definición, ningún consumidor podrá jamás protegerse, ya que, se trata de un fenómeno que afecta a todos los bienes y establecimiento simultáneamente.
“El discurso de que la inflación se debe a que “los empresarios especulan”, simplemente, no tiene sentido, pues las cifras del BCV reflejan que históricamente la fracción de los ingresos que va a los beneficios no suele variar mucho” dijo el economista.
Agregó que la distribución del ingreso es tan delicada que, en la práctica, no la controlan los políticos: los empresarios dependen tanto de los salarios como los propios consumidores, ya que, sin el salario no se vendería el producto (¿cómo podría si el salario financia al consumo?); e igualmente, los consumidores necesitan de los beneficios tanto como los empresarios, pues, sin los beneficios, ¿cómo podría financiarse el producto?
Lo que si destacó el economista, es que una vez se desmonten los controles, la escasez irá despareciendo al igual que las colas para comprar un producto.
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