Los montos demandados ante el organismo internacional de arbitraje suman aproximadamente $42.000 millones, como resultado de 26 casos aun pendientes de decisión.
Salvatore Lo Mónaco / Banca y Negocios
A pesar de que el actual Canciller de la República, Rafael Ramírez dijo ayer que la sentencia del Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones (Ciadi) con sede en Washington, favorece a Venezuela, lo cierto es que esa instancia obliga a Venezuela a indemnizar a la petrolera Exxon-Mobil, cifra que según Ramirez se ubica por debajo de US$ 1.000 millones.
Lo concreto es que el tribunal del Ciadi admite que la expropiación de los activos que esa compañía, y otras, tenían en la Faja Petrolífera del Orinoco, respondía a convenios firmados por la República de Venezuela con empresas extranjeras y nacionales, apoyadas en el artículo 5 de la Ley Orgánica que reserva al Estado la industria y comercialización de hidrocarburos, en el marco de la “apertura petrolera” ofrecida por el país, que permitía la exploración y explotación de esos recursos para su momento.
Sin embargo, durante el gobierno de Hugo Chávez Frías, precisamente en el año 2006, el mandatario dio por concluidos esos acuerdos y estableció en forma unilateral el pase de empresas mixtas a proyectos de asociaciones en la Faja, y en el caso de no aceptar la migración dichas empresas serían expropiadas, según el “Proyecto de Migración de Empresas Mixtas a las Asociaciones Estratégicas”, ejecutado en el año 2007.
Mientras, antes, las empresas que participaban tenían contratos de servicios, sin ninguna propiedad sobre los pozos descubiertos, luego de ese Decreto esas compañías pasan a ser socias de Pdvsa con capital minoritario, lo que además, según algunos expertos de la industria, le da derecho a las propiedades en activos, incluyendo zonas de explotación.
Además, en lo sucesivo, cualquier proyecto de explotación en la Faja Petrolífera del Orinoco, debe contar con la mayoría accionaria de Pdvsa, factor que ha incidido en el declive de nuevas inversiones de exploración, explotación y comercialización, debido a la situación económica de la petrolera estatal, que ha dirigido gran parte de sus recursos, a pesar del alto precio internacional de crudos que ha disfrutado durante varios años, a actividades diferentes a su razón de ser como petrolera.
Desde hace más de una década, las reservas internacionales no se ubicaban por debajo de los US$ 20.000 millones, las cuales finalizaron al 8 de octubre en US$ 19.814 millones, siendo el nivel más bajo desde el 24 de octubre de 2003, estimándose las reservas liquidas en una valor aproximado de US$ 1.000 millones.
Actualmente el oro depositado en las bóvedas del BCV representa más del 70% de las reservas internacionales, la magnitud más elevada entre los países de América Latina. Sin embargo ahora el precio de la onza troy bajó de 1.686 dólares a 1,225, según ha informado BancayNegocios, el día de hoy.
Efraín Velásquez, presidente del Consejo de Economía Nacional, dijo a la prensa que el BCV apenas dispone de 1.000 millones de dólares en reservas líquidas, lo que influirá indudablemente en la asignación de divisas para los sectores productivos nacionales y los importadores de bienes de capital y productos terminados que no se elaboran en Venezuela, e incluso, en lo que están viviendo los estudiantes en el exterior que se quedaron sin poder pagar sus matrículas.
La falta de divisas ha hecho que las importaciones hayan caído 22% con respecto al mismo período del año 2013 y se estima que esta cifra podrá bajar aún más, para ubicarse en lo que estaba en los años de la segunda administración del Presidente Caldera.
La defenestración de la autonomía del BCV, luego de la solicitud del Presidente Hugo Chávez Frías, para que el instituto emisor le diera “un millardito”, fue la puerta de entrada para que el Central perdiera su norte, tan es así que fuentes económicas refieren que ha entregado más de 54.000 millones de dólares a los fondos del Estado.
Además, para completar el cuadro, el precio del petróleo, el producto que aporta 96 de cada 100 dólares que ingresan al país, también está a la baja y los barriles que vende Venezuela se cotizaron la semana pasada en 85,5 dólares reflejando un declive de 12% respecto al promedio del segundo trimestre.
En este contexto los inversionistas observan un alto riesgo en Venezuela que en lo que resta de año, ya que aún debe cancelar 6 mil 400 millones de dólares por vencimientos de deuda externa y entre 2015-2017 deberá desembolsar cada año 10 mil millones de dólares en promedio, sin estimar lo que debe pagar a las empresas expropiadas, ante el Ciadi.
No obstante es de señalar, que PDVSA, principal fuente de financiamiento del gobierno, estudia proponer a los tenedores de títulos a vencerse entre 2016 y 2017, otros papeles con vencimientos entre 2020 y 2023, un período en el que la petrolera tiene menos compromisos de pagos de deuda, con el fin de aliviar la pesada carga de parte de su deuda financiera que vence en los años señalados. El gobierno solo espera el mejor momento, para realizar el anuncio, según ha señalado a Reuters un alto funcionario que le pidió guardar su anonimato.
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