Inventó un sistema para tomar muestras de sangre, indoloro y barato, basado en un software y un dispositivo de almacenamiento. Ahora está entre los 3 multimillonarios más jóvenes según Forbes.
Banca y Negocios
Bill Gates y Mark Zuckerberg son dos de los desertores de la universidad de Harvard más conocidos del último tiempo. Renunciaron para crear Microsoft y Facebook, respectivamente, grupo al que se le suma el fallecido Steve Jobs, quien dejó Reed College para construir Apple. ¿Abandonar la universidad será la premisa para tener éxito y dinero en la vida?
Porque claro, el pensamiento tradicional nos dice que tenemos que terminar la universidad para llegar a ser “alguien” en este mundo, y aunque estemos seguros de que esto no es completamente cierto, la gran mayoría terminamos aplicándolo en nuestras vidas. Sin embargo, a más de alguno le ha parecido interesante la idea de “seguir los sueños sin importar nada más”, no por nada existe el trabajo de Peter Thiel, multimillonario que realiza charlas animando a los jóvenes para que dejen la universidad y hagan lo que realmente les apasiona.
Este es el caso de Elizabeth Holmes, quien no necesitó escuchar a Thiel para saber lo que realmente quería de la vida. Dejó la universidad, fundó una empresa, es milmiillonaria y recién tiene 30 años.
Cuando Elizabeth Holmes era estudiante de segundo año, y con tan solo 19 años de edad, decidió retirarse y crear Theranos, su propia compañía. Cuando ella le dijo a Channing Robertson, su profesor de ingeniería química, lo que pensaba hacer, este quedó preocupado e instó a la chica a terminar el título, sin embargo, ella respondió: Quiero crear una nueva tecnología que esté dirigida a ayudar a la humanidad en todos sus niveles, independientemente de la geografía, del origen étnico, la edad o el sexo.
Y la idea de Holmes fue simple, pero a la vez revolucionaria y se dio por lo que le sucede a cientos de miles de personas (incluyéndome): el odio a las agujas.
Debido a este temor, quiso crear un examen de sangre mucho más simple, barato y accesible para todas las personas. Trabajó en silencio por más de una década, lo que se tradujo en la confección de un sistema para tomas de muestra que se realiza en el dedo y que es completamente indoloro.
A la par del sistema, creó un software y hardware que le hizo posible poder obtener información mediante este pequeño pinchazo en el dedo, además de un frasco pequeñísimo de almacenamiento llamado nanotainer.
El invento de Holmes ha hecho que los análisis encargados por los médicos sean realmente realizados, ya que se estima que alrededor de la mitad de todos los estadounidenses no cumplen cuando se les piden muestras de sangre. La tecnología de Theranos elimina el miedo y hace del proceso algo mucho más sencillo.
De hecho, también simplifica todo el trámite posterior: con un único pinchazo, los nanotainers proporcionan una gran cantidad de información, la misma gota se puede utilizar para múltiples pruebas y los resultados se obtienen solo 4 horas después.
El dinero que da la sangre
Muchos han comentado en tonos de broma que Elizabeth llegará a sacar la sangre de ti, y es que la fama que ha tenido la ha hecho merecedora de varias entrevistas y portadas de revistas. El valor de Theranos rodea los $ 9 mil millones, donde ella es propietaria de un 50%, convirtiéndose en la mujer más joven y tercer multimillonario más joven dentro de una de las últimas listas publicadas en Forbes.
Y aunque está disfrutando de los beneficios entregados por su compañía, ella menciona que la idea nació por la necesidad de generar un cambio en el mundo…
“Tenemos éxito si las personas que ayudamos logran tener diferencias en sus vidas. Nuestro propósito es dar a la gente el acceso a los derechos básicos para los exámenes que necesitan o quieren. Si podemos hacer eso, entonces habremos hecho una diferencia”, señala
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