El precio del dólar paralelo bajó hasta los 243,04 bolívares tras marcar un máximo de 283 a finales de la semana pasada.
Banca y Negocios
El descenso de la cotización en el mercado negro, registrado el fin de semana, corresponde con la alta volatilidad de este indicador no oficial.
Como se recordará, con el lanzamiento del Simadi a mediados de febrero, el diferencial entre ambos comenzó con un margen muy estrecho que se ubicaba aproximadamente en 10 bolívares de diferencia. Con el pasar de los días, y ante la existencia de trabas de carácter técnico y operativo en el funcionamiento del Simadi, esta brecha se fue ampliando en forma acelerada.
Tanto así, que en unos días el dólar negro llegó a mostrar un diferencial de más de 100 bolívares con respecto a la tasa del Simadi, estable alrededor de los 177 bolívares por dólar. Esta diferencia, luego del retroceso arriba mencionado, ha cedido hasta ubicarse en 63 bolívares en estos momentos.
Si se toma en cuenta la tasa considerada para operaciones por transferencia, ubicada en los 215 bolívares, el diferencial se reduce todavía más, hasta 38 bolívares.
El mercado paralelo se alimenta de elementos especulativos y refleja la tasa a la que estarían dispuestos a adquirir divisas fuera de los mecanismos regulares de liquidación de moneda extranjera quienes requieren dólares de manera inmediata.
Ante la inexistencia de un mercado paralelo de carácter legal, el mecanismo irregular es altamente influido por expectativas e incluso rumores que inciden sobre la cotización del bolívar frente al peso colombiano en las casas de cambio fronterizas, cuyas operaciones son uno de los principales insumos para la determinación de la paridad.
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