Los créditos o préstamos bancarios son una gran herramienta que pueden ayudarte a comprar una casa, adquirir un automóvil o hasta darte el capital que necesitas para arrancar un negocio.
Banca y Negocios
Obtener un crédito puede ser relativamente fácil si cuentas con las características que te acrediten como una persona responsable con capacidad e intención de pago.
¿Sabes cuáles son tres aspectos fundamentales en los que se fijan los bancos para otorgar créditos?
1. Experiencia crediticia: Tu experiencia con los créditos pasados es una de las mejores cartas de presentación que se tiene cuando se pide un préstamo. ¿Por qué es importante? Tu comportamiento pasado con créditos pequeños hace que no seas un desconocido para el sistema financiero y también demuestra que eres una persona de confianza que ha manejado pagos puntuales. Sin embargo, la banca está consciente que los créditos se pagan con flujo de caja futuro y no con flujo de caja pasado, por lo que siempre se deben estudiar los créditos con las mejores herramientas de análisis.
2. Capacidad de pago: Comprobar tus ingresos es sencillo cuando eres una persona física. Basta presentar un recibo de nómina o un estado de cuenta para demostrar que tendrás la capacidad de dedicar no más del 30% de tus ingresos al pago de tu préstamo.
Esa es la razón por la que las instituciones financieras te preguntan si pagas alquiler, tienes personas dependientes de tu salario – como hijos o padres –, así como otros consumos para así no sobre endeudarte y que así puedas continuar pagando puntualmente tus compromisos financieros.
Si eres una persona jurídica, los criterios son similares. Para calcular la capacidad de pago de un negocio, las instituciones financieras se fijan en los ingresos que la compañía tuvo en el último año, en su flujo de caja proyectado, en sus últimos pagos al Seniat y que no hayan presentado pérdidas o quiebras técnicas en el pasado ejercicio fiscal.
En muchos casos el banco también analiza el historial crediticio de los socios que tengan una participación de al menos 10 por ciento del capital, con la finalidad de determinar su solvencia crediticia y moral.
3. Tu récord crediticio: Lo podemos relacionar con el punto 1 y nos indica principalmente como ha sido tu comportamiento de pago en el pasado y si no tienes ninguna marca negativa en tu récord crediticio. Cuando no tienes luz roja se les está indicando a los bancos que eres un buen sujeto de crédito y que tu riesgo ya ha sido medido en el pasado, con buenos resultados.
Ten presente que si llegas a tener problemas para honrar puntualmente tus pagos, lo mejor que debes hacer es ir al banco con el que tienes la deuda para reestructurar las condiciones de pago en función a la capacidad de pago actual. Es muy importante que quede claro tu interés de solucionar la situación y que nunca tuviste intenciones de dejar de pagar.
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