Los empresarios desconocen cómo operará la nueva burocracia cambiaria bajo el control del Centro Nacional de Comercio Exterior. Medidas de ajuste se posponen en plena crisis de divisas.
SUHELIS TEJERO PUNTES | EL UNIVERSAL
El discurso del Presidente Nicolás Maduro la semana pasada en la Asamblea Nacional, en el que se esperaban anuncios de medidas que permitieran destrancar el juego, se quedó en más controles en una economía que marcha aceleradamente hacia la centralización.
Una ley para prohibir ganancias por encima del 30%, cambios ministeriales con las mismas fichas, la eliminación de Cadivi y la promesa de que el bolívar no será devaluado fueron las medidas del jefe de Estado, dejando a un lado los problemas fiscales y cambiarios que obligan, en el marco de ese aparato estatal que gana más fuerza, a ajustes que una vez más se pospusieron.
Para la firma Ecoanalítica, las medidas anunciadas por Maduro fueron como dar un giro de 360 grados, es decir, la situación quedó en el mismo punto. "En un discurso que solo toco de una manera fugaz el tema cambiario, han quedado olvidados -de nuevo- los desequilibrios fiscales, monetarios y financieros que hoy enfrenta la economía, así como el reconocimiento de muchas de las trabas -la mayoría burocráticas- que actualmente afectan la producción y distribución de bienes y que, por lo tanto, complican el manejo económico", indica la firma de análisis en un reciente reporte.
La devaluación
Desde que a finales de noviembre del año pasado las autoridades informaran de un vuelco en el esquema cambiario, hasta los momentos es poco lo que se ha hecho.
La creación del Centro Nacional de Comercio Exterior, que absorberá a Cadivi y al Sicad, es el punto central de esa nueva burocracia cambiaria que implica, además, adelantar un cambio en los registros de empresas importadoras que, hasta ahora, no se ha hecho.
A fines de 2013 el vicepresidente del Área Económica, Rafael Ramírez, aseguró que el Sicad, un mecanismo que fue creado para ayudar a Cadivi a ponerse al día con los retrasos en las asignaciones de divisas, tendrá más peso.
Actividades que se manejaban con un dólar a 6,30 bolívares ahora deberán calcular a 11,36 bolívares. Pero hasta los momentos no hay un aviso oficial acerca de cuáles serán los sectores que serán sometidos a un encarecimiento de sus insumos importados de un 80%.
Otras firmas aseguran que las señales indican una devaluación implícita que permitirá cubrir algo del déficit de recursos que existe para cubrir el ritmo acelerado de gastos que se registra.
Mientras las políticas no se definen, las reservas internacionales, que cerraron el año pasado muy por debajo de lo esperado, siguen bajando, y hasta la semana pasada se situaban al borde de los 20.000 millones de dólares, su nivel más bajo en una década.
Pero además, el rezago del anuncio de las medidas que ayuden a superar los desequilibrios también afecta a nivel micro, con empresarios que desconocen cómo serán los cambios para acceder a las divisas y a qué precio deben calcular sus costos, en momentos en que resulta inminente el tope a las ganancias.
Aumentos de luz y gasolina
A mediados del año pasado, en medio de una nueva crisis de electricidad, el ministro de Energía Eléctrica, Jesse Chacón, señaló la necesidad de ajustar el pliego tarifario y, si bien al principio indicó que se trataba de unificar el precio de la luz, meses más tarde ha reconocido que se trata de reducir el subsidio.
El aumento de la electricidad, que se espera genere recursos para estabilizar el sistema eléctrico, estaba pautado para enero de este año, pero hasta los momentos no han habido noticias al respecto.
Igual ha ocurrido con la gasolina, un producto que el Estado debe subsidiar. En diciembre de 2013 el vicepresidente ejecutivo Jorge Arreaza abrió las puertas a debatir el aumento del combustible, de "comenzar a cobrar la gasolina".
Según los números, el subsidio al Estado es por unos 2.600 millones de dólares cada año, pues producir gasolina cuesta 10 veces más del precio al que se vende en el mercado local.
El panorama
El Gobierno confía en un crecimiento económico de 4% para este año, pero otros no son tan optimistas.
Ecoanalítica considera que la situación es delicada, por lo que es necesaria la implementación de políticas públicas distintas a las que se han aplicado en los últimos años. De seguir con el estilo usual del Gobierno de Maduro, la previsión es una contracción de 1% y una inflación de 75,1%.
Entes internacionales, como el FMI, calcula que para 2014 el crecimiento venezolano se ubicará en 2,3%, según indicaron a mediados del año pasado.
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