El presidente Nicolás Maduro prepara un aumento del combustible, tras 17 años en Bs. 0,097 por litro. Édison Morales, economista, advierte que el encarecimiento del combustible tendrá un impacto en la inflación Con el aumento, llenar el tanque de un vehículo pasaría a 70 bolívares.
Por Daniela García / Diario La Verdad
Tras 17 años en 0,097 bolívares por litro, el gobierno de Nicolás Maduro prepara un aumento de la gasolina, el único producto barato que queda en Venezuela.
Una nueva banda de entre dos y cuatro bolívares es la opción que analiza el Ejecutivo, aunque el monto de venta sigue sujeto a consulta "pública".
Durante todo el fin de semana, en pleno asueto de Semana Santa, el inminente incremento del combustible centró la atención de los venezolanos.
"La información que teníamos extraoficialmente era que todo estaba listo, que el viernes los técnicos harían los cambios de precios -en las estaciones de servicio-, pero finalmente no ocurrió nada", informó una fuente.
Aumento en puertas
Para Édison Morales, economista, los rumores son generados por el propio Gobierno, una estrategia para evaluar el comportamiento de la población frente al inminente encarecimiento del carburante.
"Las campañas que aparecen en radio y televisión, en las que se comparan los precios de la gasolina con los del agua o el café, evidencian que la medida está cerca".
Maduro sostiene que el combustible venezolano es el más barato del mundo, por lo que es necesario un incremento que permita al menos cubrir los costos de producción.
Para hacer más tentadora la medida, el mandatario propuso que el aumento sea gradual y que los recursos generados por tal concepto alimenten un fondo para financiar programas sociales como la Misión Vivienda.
Las cuentas
Aunque ni el Gobierno ni la Asamblea Nacional presentan aún una propuesta formal, la banda de dos a cuatro bolívares por litro implicaría alzas desde dos mil hasta cuatro mil por ciento.
Solo con vender cada litro en 2,7 bolívares, el Ejecutivo lograría cubrir los costos de producción y distribución del combustible, lo que le permitiría reducir considerablemente los subsidios.
La subvención del producto representa para el país una carga de tres mil millones de dólares al año, si se considera netamente su costo de elaboración, de acuerdo con cifras de Nelson Hernández, experto en materia energética.
El subsidio sube a 13 mil millones de dólares por año si se calcula con base en el costo de oportunidad, es decir, la diferencia entre el precio del mercado interno con el del externo, según el Centro de Orientación de Energía (Coener).
Impacto
De aplicarse un incremento a dos bolívares por litro, un carro pequeño, con un tanque de 35 litros, ya no se surtiría con tres bolívares de gasolina, sino que requeriría Bs. 70, lo que implicaría una variación de dos mil 200 por ciento.
Para un vehículo con capacidad de 50 litros, el usuario pasaría de pagar cinco bolívares a cancelar Bs. 100, por lo que el encarecimiento sería de mil 900 por ciento.
En los casos de autobuses y camiones de carga, cuyos depósitos de combustible son más grandes, el incremento sería aún más significativo.
Morales asegura que el alza de la gasolina sin duda impactará la inflación porque conllevará no solo a un ajuste de los pasajes, sino de los fletes, por lo que el aumento tocará a todos los productos.
Gasolineros en ascuas
Las fuentes indican que la semana pasada la Federación Nacional de Empresarios Gasolineros (Fenegás) solicitó una reunión con el Gobierno para tratar el tema del aumento del combustible.
"Necesitamos que nos aclaren la situación para saber cómo manejarnos, porque tenemos que preparar, por ejemplo, una logística de seguridad".
El sector teme que una vez que suban los precios de la gasolina, las bombas se pongan en la mira de la delincuencia, pues los operadores de isla manejarán más dinero.
La incertidumbre sobre el próximo incremento de precios genera compras nerviosas, por lo que los expendios deben atender mayor cantidad de usuarios.
Tema sensible
El precio de la gasolina se consideraba un tema sensible en el país, luego que en 1989 un incremento del combustible desató violentas protestas en Caracas, que quedaron en la historia como El Caracazo.
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