¿Burbuja tecnológica? Nada de eso. La próxima crisis se desatará debido a un problema mucho más grave. Lea esta nota y entérese antes de que sus inversiones sufran.
Banca y Negocios
En lo que va del siglo XXI ya se han presentado dos explosiones de burbujas: la catástrofe de las puntocom en 2000 y la crisis hipotecaria de 2007, destaca Inversor Global.
Y los expertos ya comienzan a hablar del próximo gran golpe.
Un golpe que no dará previo aviso y que no tendrá un efecto a nivel de empresas de Estados Unidos, sino mucho mayor: a nivel global.
Estamos hablando de la crisis de deuda de los emergentes.
La cifra comienza con la letra B
Según estimaciones de expertos, la deuda total de esas naciones llega a los 9 billones de dólares. Y una parte del pago de esa deuda comenzará a vencerse en 2016.
Es decir, que en tan solo algunos meses el mundo podría volver a atravesar por un caso extremo de pérdidas en los mercados, de contracción y de dificultades económicas variadas.
Pero para que entienda mejor, aquí le explicamos un poco más por qué estas ideas comienzan a resonar en los oídos de los inversores.
Un verdadero cuento chino
El pasado 22 de marzo, la directora del Fondo Monetario Internacional, Christine Lagarde, visitó Beijing y entregó las siguientes declaraciones:
“El mundo todavía tiene que lograr la plena recuperación económica. El crecimiento mundial sigue lastrado por la elevada deuda, el alto desempleo y la inversión mediocre.
“Los efectos secundarios potenciales afectarían a China, sobre todo a través de sus relaciones comerciales con otros mercados emergentes. Las exportaciones chinas, sin duda se verían afectadas”, advirtió.
¿Por qué las exportaciones chinas?
Porque uno de los eslabones de la cadena se va a alterar. Si la Reserva Federal de Estados Unidos decide subir las tasas de interés, los inversores mundiales van a sacar su capital de las naciones en desarrollo para ponerlo en el país del Norte (flight to quality).
Al ocurrir esto, las divisas de los emergentes se van a depreciar y esto provocará que todos aquellos bienes que quieran importar se vuelvan mucho más caros. Y eso, a su vez, hará que las exportaciones que haga China también se deterioren.
Ojalá eso fuera todo
Hay otro punto vital a mencionar: el Gigante Asiático, a pesar de ser la segunda potencia económica del mundo, sigue siendo un mercado emergente y es el que tiene la mayor cantidad de deuda denominada en dólares.
El total llega a 245% de su PBI.
Por eso, si las tasas llegan a aumentar, la crisis que atravesará Beijing será de marca mayor, con efectos secundarios que se derramarán en el resto del globo.
Inversores preparados
El fino hilo que aún mantiene a la economía mundial a flote lo sostiene la Reserva Federal. Mientras el Comité de Mercado Abierto no dé la noticia de una suba de tasas, los emergentes podrán respirar tranquilos.
Y usted, que es un inversor astuto, ya tiene la información privilegiada de su lado. Ahora tendrá que buscar la mejor estrategia para que su dinero y las ganancias que busca no se vean afectadas por estos problemas globales.
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