El estrés laboral o síndrome burnout es la sensación de fatiga, agotamiento físico y mental que se produce cuando las tensiones y obligaciones del ámbito laboral transcienden las fronteras de lo saludable para convertirse en un factor que provoca serios problemas psicológicos y biológicos, y en caso de sostenerse en el tiempo llevan a un individuo a un grado de insatisfacción, despersonalización y depresión.
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Las causas del stress laboral pueden variar de persona en persona, pero en todos los casosel exceso de información recibida por los medios digitales, la constante necesidad de estar conectados, la competencia y actualización de conocimientos que exige la era digital sumado a las escasas posibilidades de recambio laboral son los factores que paulatinamente devienen en “síndrome burnout” o “síndrome del quemado”, o “desgaste profesional”
Tanto la mente como el cuerpo necesitan equilibrio para mantenerse sanos y avanzar en la concreción de proyectos a futuro. Cuando una persona se encuentra padeciendo, los mecanismos compensatorios han fallado en su tarea y el estancamiento y la angustia comienza a tomar el control de los pensamientos y decisiones. Los síntomas más frecuentes que hay que tener en cuenta para determinar si se sufre de estrés laboral o síndrome de burnout son:
1. Fatiga o cansancio crónico:
En este punto es fundamental tener en cuenta la relación entre las labores desempeñadas y el grado de agotamiento que se siente. Por lo general en el burnout el cansancio mental llega al nivel de imposibilitar disfrutar de salidas con la familia, amigos o realizar un hobby fuera del horario de trabajo.
2. Enfermedades menores recurrentes y sin causas específicas
Un factor psicosomático es un aviso del cuerpo sobre una situación que genera dolor o angustia. Reiterados resfríos, anginas, dolores musculares o lesiones pueden ser una clara señal que la mente se siente aprisionada y con la necesidad de un cambio en la rutina.
3. Ira contenida
La irritabilidad constante o la ira sin una justificación acorde son un claro síntoma de estrés. Si estas emociones negativas afectan sobre todo el ámbito laboral es muy posible que se trate de stress laboral.
4. Despersonalización
La persona se percibe a sí misma como separada de su propio cuerpo o mente. Es decir actúa y realiza todas las actividades diarias pero las vive como en tercera persona. Se despersonaliza para no sufrir y poder continuar con su trabajo. Este mecanismo de defensa es muy común en todas las áreas de la vida, pero si particularmente sucede en la oficina es claro síntoma de síndrome burnout.
5. Descuido de la imagen y los placeres
La falta de energía para verse bien, comer saludablemente, o llevar una rutina activa y positiva es uno de los primeros síntomas de burnout. La persona va perdiendo poco a poco la pasión por actividades y placeres que antes disfrutaba y le causaban felicidad.
Esa sensación de vacío y ausencia de estilos gratificantes y objetivos pueden desencadenar en depresión y/o ansiedad, por lo que es importante tratarse y consultar a un especialista para superar el trago amargo y motivarse para crecer.
Asimismo, existen algunas acciones que se pueden tomar para afrontar este mal:
1. Averiguar qué tipo de problemas tienes.
La Association for Psychological Science señala que el desgaste laboral se presenta en tres formas diferentes, y cada una necesita una solución diferente: sobrecarga, falta de desarrollo y abandono.
2. Empezar a decir “no”.
Cada “sí” que pronunciamos añade otra tarea a nuestra lista. Si adquieres demasiados compromisos, es mejor empezar a decir “no”. Si tienes demasiadas ideas, ejecuta unos pocos y pon el resto en segundo plano. Responde al correo electrónico a horas fijas, apaga el teléfono cuando acaba la jornada. El mundo no se acabará por ello.
3. Hacer del tiempo de inactividad un ritual diario.
Para ayudar a aliviar la presión, programar bloques diarios de tiempo de inactividad permite recuperar el cerebro y aumentar el bienestar, aunque sólo sea por 15 minutos. Puede hacerse de muchas formas: desde la meditación a la siesta, un paseo, o simplemente apagar el wifi durante un tiempo.
4. Dejar de ser tan perfeccionista.
Tratar de aprovechar al máximo cada tarea y exprimir cada gota de la productividad de su trabajo creativo es una receta para el agotamiento y la dilación. Es preferible fijarse límites aceptables para el trabajo y ceñirse a ellos.
5. Dividir los proyectos en trozos pequeños.
Abordar una tarea en su totalidad puede ser agotador y ofrece poco espacio para el descanso. Romper sus proyectos establecidos en trozos con sus propios plazos proporciona una manera mucho más sana y más fácil de completar un gran proyecto. La manera en que se presenta una tarea a alguien, o la forma en que nosotros la presentamos a nuestro cerebro, tiene un impacto significativo sobre el grado de motivación.
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