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jueves, 16 de abril de 2020

El dilema del coronavirus. Por José Antonio Gil Yepes


Se están viendo actos de violencia y vandalismo por hambre, desempleo, caída del salario real, falta de gasolina y de electricidad. Esta pandemia afecta intensamente al 87% de los venezolanos...

JOSÉ ANTONIO GIL YEPES | EL UNIVERSAL

Me temo que voy a tratar un tema de esos que llaman “políticamente incorrecto”. El caso es que todo en la vida tiene un costo, cada historia tiene dos lados y todo involucra una tensión dialéctica. Pues el tratamiento del coronavirus no escapa a esta dilemática porque, para resolverlo, hay que afrontar costos por otro lado y es necesario sacar la cuenta.

El mundo entero fue tomado por sorpresa por el coronavirus y eso haría comprensible que casi todos los gobiernos hayan optado por un pensamiento lineal al respecto, aplicando una cuarentena estricta. Quienes no lo hicieron, trataron evitar el deterioro de la actividad económica; aunque luego tuvieron que aplicar el cierre de operaciones para evitar más contagios y muertes.

Pero ya es hora de que este asunto se analice con un pensamiento no lineal, en particular, tomando en cuenta cinco aspectos: mortalidad por enfermedad, mortalidad y morbilidad por hambre y desnutrición, afectados por grupos de edades, tipos de países y medidas económicas contra el empobrecimiento.

La mortalidad por enfermedad ronda el 6% a nivel mundial: 2 MM de enfermos y 120.000 muerte. Si se enfermara el 20% de 8 MMM de terrícolas, se enfermarían 1,6 MMM de personas y fallecerían 100 MM.

Por el lado de la economía, en 2019, según el Informe Mundial sobre las Crisis Alimentarias (ONU, UE y FAO), 113 MM de personas sufrían de inseguridad alimentaria aguda y 100 MM más están a un paso de entrar en esa categoría. La fuente no revela cuántos de quienes sufren hambre mueren de ello, pero quienes sufren hambre, especialmente recién nacidos y niños, quedarían sujetos a una vida limitada en sus habilidades físicas, mentales y sociales por desnutrición. Entonces, ¿por qué darle un privilegio absoluto a la cuarentena por el coronavirus si hay tantas muertes y sufrimientos por hambre?

El 80% de las muertes por coronavirus son de personas de 65 años y más; mientras que los más afectados por el hambre son principalmente neonatos y niños. ¿Por qué sacrificar a quienes tienen futuro para salvarnos a nosotros los mayores?

En cuanto a los tipos de países, mientras más pobre sea el país, menos preparado está para privilegiar la cuarentena total porque mayor va a ser el sacrificio por hambre que por enfermedad.

Cualquiera que sea la condición socio económica del país y las medidas aplicadas contra el coronavirus, es imprescindible que los gobiernos apliquen políticas contra el empobrecimiento que implica la cuarentena, o sea, de protección al consumo y de estímulo a la inversión privada, tales como incentivos fiscales y créditos blandos.

En los países más empobrecidos del mundo, como Venezuela, este proceso está asociado al estatismo, el exceso de intervención del Estado en la economía y a sus consecuencias, como la inflación, devaluación y exceso de deuda pública. En estos casos extremos, las medidas económicas necesitan incluir pagar la deuda pública con acciones de las empresas del Estado, privatizando entre el 51 al 100% de su capital. En cuanto a la inflación y la devaluación extremas, Venezuela necesita dolarizar la economía formalmente para que desaparezcan la emisión de dinero inflacionario -sin respaldo- y la capacidad de los bancos centrales de fijar el valor de la moneda local, generalmente sobrevaluándola, para luego controlar el cambio y repartirse las divisas preferenciales entre los allegados al régimen de turno.

El mensaje para el gobierno es que no cuente con que el privilegiar la campaña contra el coronavirus le puede salvar de una fuerte reacción desestabilizadora en su contra porque ya se están viendo actos de violencia y vandalismo por hambre, desempleo, caída del salario real, falta de gasolina y de electricidad. Esta pandemia socioeconómica afecta a muchos más y más intensamente al 87% de los venezolanos que un 6% de muertes por coronavirus.

Esta cuenta no se está sacando y sus consecuencias son y serán muy graves porque estamos destruyendo las fuentes de empleo y producción, discriminando a nuestros niños y el futuro para privilegiar a nuestros ancianos y el pasado.

@joseagilyepes


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