El costo de un ajuste económico será mayor mientras el gobierno tarde más en ejecutarlo, aunque si toma la decisión en el corto plazo también tendrá consecuencias graves para el país, afirma el economista y director de Datanálisis, Luis Vicente León.
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“La incertidumbre principal es cuándo el gobierno tomará la decisión de un ajuste inevitable. Si lo hace de inmediato por decisión racional, igual los costos serán muy elevados. Pero si lo hace cuando el país colapsa y no tiene más remedio, el costo será infinitamente mayor”, afirma en una serie de mensajes publicados en su cuenta en Twitter.
León considera que ya Venezuela está en hiperinflación y que “las acciones de control, amenaza y sustitución de público por privado son absolutamente inútiles. Aunque traten de obtener réditos políticos, el deterioro económico que causan es tan grande que generan demandas de cambio imposibles de ignorar”.
Basado en la historia de países que han experimentado este periodo de alzas de precio por encima de 50% mensual o 1.000% anual, señala que “es la fase final de la cadena de deterioro de un modelo primitivo. La historia indica que no dura más de un año sin cambios económicos severos”.
“Una reacción oficial que intente evitar el reconocimiento de los costos de reposición en los precios de los vendedores, en una economía de devaluación y precios desbordados, sólo tiene dos resultados posibles: 1) el mercado negro y/o 2) escasez total en canales formales”, agrega sobre el escenario que ya se vive en el país.
La Asamblea Nacional Constituyente aprobó esta semana la Ley de Precios Acordados, que busca negociar con factores económicos los precios de una cantidad de productos que determinará el Ejecutivo. Paralelamente se fijaron los precios de algunos productos, muy por debajo de su valor actual en el mercado, y se iniciaron fiscalizaciones con sanciones, órdenes de rebajas y detenidos.
“Si el gobierno permite ajustes de precios, pero no cambia el modelo que origina la crisis, se produce la hiperinflación tipo Argentina. Si pretende impedir por la fuerza los ajustes de precios sin cambiar el modelo, tendremos escasez masiva tipo Zimbabue”, afirma León.
Concluye el economista que “la economía es mucho más rebelde que el pueblo. Se niega a que la mareen con discursos populistas. Busca su cauce como sea. No se puede doblegar con decretos. Cuando la amenazan amplifica su furia. No la pueden apresar. Sus castigos son demoledores y al final…suele triunfar”.
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