Se necesita que la Asociación Bancaria de Venezuela (ABV) y las autoridades financieras asuman la negociación de un plan para prorratear la pérdida de valor de los bonos públicos...
JOSÉ ANTONIO GIL YEPES | EL UNIVERSAL
Muy dañina la estrecha relación que vincula la banca con Pdvsa. ¡No, no se trata de un guiso! Peor que eso, se trata de que si los valores de los bonos de Pdvsa y, con ellos, los de la República, no se recuperan, se pone en peligro la sobrevivencia de los bancos que posean dichos bonos si la Superintendencia de Bancos obligase a reconocer en un año la pérdida de esos valores: varios bancos quebrarían o tendrían que recapitalizarse a niveles inalcanzables dado que los montos de las pérdidas y la grave crisis nacional harían irracional realizar tal recapitalización.
En el caso de los bonos de Pdvsa, éstos se compraron entre el 55% y el 75% de su valor facial, pero ahora valen entre un 7 y un 12%, según la emisión. Esto significa que, por ejemplo, si el Banco de Venezuela, el mayor banco y tenedor de bonos públicos (78% de sus activos: unos Bs. 172MMMM o $ 2.293MMM) fuese obligado a registrar en un año la pérdida hipotética del 60% al 10% del valor de los papeles del Estado y Pdvsa, tendría que reducir su patrimonio en una cantidad superior al precio de mercado de todos los bancos del país.
Para solventar esta situación se necesita que la Asociación Bancaria de Venezuela (ABV) y las autoridades financieras asuman la negociación de un plan para prorratear la pérdida de valor de los bonos públicos en no menos de unos 5 años; lapso revisable en función del empeoramiento o recuperación de Pdvsa, cosa que no va a ocurrir hasta que la Asamblea Nacional (¿?) apruebe las inversiones de terceros para recuperarla. La ABV también debe asumir la negociación con las autoridades financieras del desmontaje del encaje bancario, el cual afecta a toda la banca, la producción y la superación de la inflación.
Los bancos no deben caer en el error de aceptar soluciones individuales a ninguno de estos dos problemas, por más que un organismo de gobierno les presione, porque se trata de “causas de clase, de todo un sector”. De no resolverse pronto estos dos casos, los bancos comenzarían a desaparecer o tendrían que ser recapitalizados por el Estado, en detrimento de los intereses de los venezolanos, y del gobierno también.
@joseagilyepes
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