Henkel García e Isaac Mencía coinciden en que ahora se necesita una moneda de mayor valor para equiparar al poder de compra de 2008.
MARGARET LOPEZ / DIARIO EL SOL
Con el rostro del presidente Hugo Chávez circula un falso boceto para un nuevo billete de Bs 500. En las redes sociales se muestra como un chiste de diseñadores, pero en el mundo económico todos parecen coincidir en que la inflación empuja a la economía nacional para que se emita un billete de mayor valor.
“El billete de Bs 1.000 que se pide ya se quedó corto. Hoy deberíamos tener uno cerca de Bs 1.500 y si seguimos a este ritmo de inflación, para el último trimestre del año vamos a necesitar uno de Bs 2.000 para que se pueda comprar lo que se compraba cuando se lanzó el billete de Bs 100”, explicó Henkel García, director de la firma Econométrica.
La pérdida del poder de compra del billete con el rostro de Simón Bolívar queda claro con una comparación entre 2008 y 2015. Antes con ese billete se pagaban 100 traslados en un carrito por puesto, pero siete años más tarde, solo alcanza para 10 pasajes en transporte público.
Sin embargo, el lanzamiento de un nuevo billete con valores altos, bien sea uno de Bs 500 o de Bs 1.000, aún parece lejos en los planes gubernamentales.
“Emitir un billete de Bs 500 es un reconocimiento del Gobierno de que el poder de compra quedó pulverizado por la inflación”, advirtió Isaac Mencía, expresidente de la Asociación de Economistas del Banco Central de Venezuela (BCV).
La historia reciente del bolívar confirma que el lanzamiento de un billete de mayor denominación se hizo luego de periodos de fuertes devaluaciones de la moneda. Ocurrió, por ejemplo, con los billetes de Bs 2.000 y 5.000 que fueron emitidos en 1994, un año recordado por una fuerte crisis bancaria. Luego pasó con el billete de Bs 50.000 en el año 1998, que llegó después de un histórico avance de los precios de más de 100%.
Inflación no revelada
El BCV cumplió esta semana seis meses completos sin publicar ninguna cifra oficial sobre la inflación. En Econométrica estiman que el avance de los precios se ubica entre 70% y 80% en el primer semestre del año, a causa de las distorsiones cambiarias y una liquidez monetaria que se lee en billones de bolívares.
“Es un mito urbano que la inflación está relacionada con la impresión de billetes. La proporción total de los billetes no ha aumentado en la liquidez.
En enero de 1997 era cerca de 10% y para junio 2015 estaba en 8,5%”, detalló García, con cifras del propio BCV en pantalla.
Detrás del acelerado ritmo de avance de precios que llevaron una lata de refresco de Bs 25 a Bs 90, o una espuma para el cabello de Bs 80 a Bs 1.250 en seis meses, está la masa de bolívares que crece en las cuentas de los bancos y que se refleja en el indicador de la liquidez monetaria.
La cantidad de bolívares totales en la economía creció 1.642,61% desde enero de 2008 hasta el pasado 3 de julio de 2015. Una cifra impensable por igual en billetes de Bs 100 o incluso con uno nuevo de Bs 1.000.
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